Hola a todos y todas… ¡Hoy tenemos un nuevo tema para ustedes!
Esta vez junto a La Caja de Viajes, te relatamos sobre las tradiciones que aún conservan muchas familias en Bolivia, sobre todo en La Paz. Se trata de las mesas para la Madre Tierra pero, ¿Por qué se las realiza con mayor emoción en el mes de agosto?
Quédate a leer este nuevo Blog para enterarte de muchas cosas…
Los bolivianos de las áreas rurales y de algunas ciudades comienzan el primer día del mes de agosto dedicándose a hacer ofrendas a la "Pachamama" o Madre Tierra con rituales ancestrales para agradecer por los bienes logrados en el último año y pedir una renovada prosperidad.
Agosto es el mes elegido para las ofrendas porque concluye la primera temporada agrícola en el mundo andino y según las comunidades indígenas en este momento del año la Madre Tierra "abre la boca" para alimentarse con ofrendas que retribuyan los frutos dados y los que dará en el futuro.
Muchas personas se dan cita hasta el cerro Pajchiri, a unos 90 kilómetros de distancia de La Paz, para entregar una ofrenda en agradecimiento a la Madre Tierra y pedir "que siga el crecimiento económico".
En La Paz, los elementos para hacer las ofrendas se encuentran en los mercados callejeros donde se venden hierbas tradicionales, sobre todo en el llamado "Mercado de la Brujas", en las calles turísticas Linares y Santa Cruz y en el popular barrio “El Rosario''.
Las ofrendas se entregan para agradecer por lo recibido o para pedir que funcione bien un negocio, que vaya bien el trabajo, para tener buena salud, o para viajar, entre otros. Lo primordial en una ofrenda es la llamada "mesa" con dulces de distintas formas para endulzar la tierra donde andamos, además de nueces "para pedir deseos".
Te explicamos un poquito más…
Sobre un trozo de papel se coloca primero la k'oa rodeada por lanas de colores, luego se acomodan los dulces, el incienso, la grasa de llama, el pan de oro y algunos hilos brillantes. Algunas personas también le ponen hojas de coca e incluso canela y la coronan con un feto de llama o algunos utilizan el feto de cerdo.
Los fetos de llama son para agradecer o hacer alguna petición a la "Pachamama", mientras que el feto de cerdo es para empezar un nuevo negocio, para prosperar, para que haya trabajo, más clientes y más suerte.
Cuando la ofrenda ya está armada, se la debe "ch'allar" o bendecir con alcoholes que pueden ser vino o destilados de uva, para luego colocarla al fuego. Los elementos ofrecidos deben quedar reducidos a cenizas que una vez enfriadas, se entierran o se guardan en una caja.
Puedes encontrar mesas con precios que varían según el tamaño, desde las más pequeñas que cuestan el equivalente a unos Bs. 25 hasta otras más grandes y completas con un costo superior a los Bs. 500.
Estos rituales se vienen celebrando en Bolivia desde hace siglos en las comunidades indígenas, aunque con los años se han ido adaptando y en la actualidad se realizan también en las ciudades.
En las áreas rurales, los indígenas y campesinos acuden a los lugares más altos, conocidos como "apachetas", para hacer sus ofrendas de agradecimiento por la fertilidad de la tierra e iniciar un nuevo ciclo agrícola próspero. En las ciudades, la gente celebra las llamadas "k'oachadas" o peticiones a la Madre Tierra para bendecir vehículos, casas o negocios y pedir salud, dinero y bienes, una tradición que se verá sobre todo en las noches durante todo el mes en las zonas comerciales paceñas.
Al interior de algunas casas, en las puertas de los negocios y en varias apachetas de la ciudad se siente el aroma dulzón del azúcar, la k’oa y la canela mezclados con el incienso y el humo de la leña.
Como datos curiosos:
Los Yatiris (persona que sabe) dicen “las embarazadas tienen que cuidarse, las wawas o bebés nacen prematuros y los viajeros se accidentan si no se paga” a la Tierra.
Es así que muchos anhelan el próximo mes de agosto para alimentar a la Madre Tierra y así poder pedir o renovar todos sus deseos.
Nuevamente… La Caja de Viajes espera que te haya gustado mucho esta publicación.
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