¡Hola amigos de La Caja de Viajes!
Iniciamos el mes de la primavera, y junto con él, ¡una nueva semana de nuestro blog! En esta ocasión hablaremos sobre el turismo comunitario en nuestro país, una forma de turismo que es muy importante y que día a día se hace más grande, además que aporta mucho a la sostenibilidad de la oferta turística de Bolivia.
Así que sin más decir, empecemos!
Primero, entendamos de qué se trata la temática de la que hablaremos hoy. El turismo comunitario se forma como una alternativa para las comunidades rurales, además de una vía que pueden utilizar para generar otros ingresos dentro de sus actividades económicas cotidianas, utilizando los recursos culturales, naturales y locales en una región en particular.
El turismo comunitario permite que los habitantes de las comunidades logren conseguir trabajo en el rubro turístico como por ejemplo ser guías turísticos o poder prestar servicios a los visitantes que reciben. Ofrece al mismo tiempo a las comunidades la oportunidad de jugar un papel importante en el movimiento económico de producción e intercambio de bienes y servicios en la comunidad en cuestión.
Hoy en día, el turismo comunitario sigue en constante evolución, llegando a continentes como África, Asia y América Latina, y generando una participación más activa del turista dentro de los hábitos y costumbres de un grupo social o localidad en particular.
Debe quedar claro además que el turismo comunitario tiene un enfoque más participativo con respecto a la actividad turística y tiene la capacidad de convertirse en un producto turístico viable. Pero para que este potencial se pueda hacer realidad, debe existir una estrecha relación entre los planes del sector público y del sector privado, unido a las aspiraciones de las comunidades en materia de desarrollo del turismo en la región.
Los beneficios para las comunidades que participan en el desarrollo del turismo son varios, como la reducción de la pobreza y la generación de fuentes de empleo. A ello se suma que este tipo de turismo brinda la oportunidad de la toma de decisiones a las comunidades, contribuyendo así al desarrollo de productos turísticos regionales, además de conducir al fortalecimiento de las comunidades locales, y al tiempo actúa como un estímulo para la producción de productos locales, como la gastronomía, entre otros.
En los últimos veinte años, el volumen de turistas se ha triplicado a nivel mundial.
El turismo es uno de los sectores de mayor crecimiento a nivel mundial y es uno de los mejores posicionados para generar empleo y crecimiento económico de manera sustentable e inclusiva. Por esta razón, se considera su desarrollo como una estrategia favorable para mejorar las condiciones de vida en las comunidades rurales donde las fuentes de ingresos son escasas y poco diversificadas.
Cuando hablamos de dinamizar la economía partiendo de las propias comunidades rurales y del fortalecimiento y cuidado de la cultura material e inmaterial, hablamos de turismo patrimonial y comunitario. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia trabaja en materializar esta definición a partir de: salvaguardar, preservar y poner en valor el patrimonio cultural de comunidades rurales con el fin de crear una alternativa económica sostenible que contribuya a la reducción de la pobreza.
“El turismo, además de ser una industria verde, es uno de los sectores que tiene mayor capacidad de dinamizar la economía, su efecto multiplicador puede generar un impacto positivo y significativo en la vida de las poblaciones más vulnerables” asegura Daniel Carvallo, gestor trinacional del Proyecto Qhapaq Ñan.
La iniciativa para el desarrollo de capacidades locales para la promoción del turismo comunitario se desarrolla en Bolivia, Ecuador y Perú a lo largo del Qhapaq Ñan, conocido también como el Sistema Vial Andino. Se trata de una extensa red de caminos y estructuras construidas por culturas prehispánicas, y consolidadas por la cultura Inca, entre el 1200 y el 1520 d.C. La ruta principal fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en junio del 2014.
Con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a nivel trinacional, se están desarrollando las condiciones básicas para la gestión turística patrimonial y comunitaria basada en el desarrollo de capacidades en 21 comunidades asentadas a lo largo del Qhapaq Ñan, beneficiando de manera directa a 300 personas.
El Proyecto “Desarrollo de capacidades locales para la promoción del turismo comunitario integrando el Qhapaq Ñan en Bolivia, Perú y Ecuador” busca contribuir la visión multidimensional del logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, generando como principal impacto la erradicación de la pobreza y la generación de trabajo decente y crecimiento económico en las distintas comunidades.
Las propuestas de inversión en emprendimientos de turismo comunitario mejorarán la calidad de los servicios turísticos y el desarrollo de capacidades locales, y lograrán construir una oferta turística de alcance regional y sostenible.
Para que los emprendimientos turísticos tengan un impacto sostenible, será fundamental realizar actividades de promoción que contemplen el uso de herramientas digitales.
Las tecnologías digitales han dado un impulso positivo a las sociedades y economías de todo el mundo. Nos han conectado a nivel mundial, han contribuido al empoderamiento de los más vulnerables y se han convertido en aliados esenciales en pro del desarrollo sostenible y del turismo.
Por todo esto, se hace un llamado para que los gobiernos apoyen las tecnologías digitales que pueden transformar la forma en que viajamos, reducir la carga ecológica del turismo y hacer que los beneficios del turismo lleguen a todos.
Y ustedes, ¿qué opinan sobre esta forma de turismo? ¿conocen alguna comunidad que lo practica?
Déjenos saber su respuesta en los comentarios!, no olviden que para saber más sobre esta temática nos pueden seguir en todas nuestras redes sociales!
¡Que sea una excelente semana para todos ustedes! ¡Hasta el próximo jueves!
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