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Foto del escritorLa Caja de Viajes

Origen, evolución e historia de la vestimenta de la Mujer de Pollera


¡Hola amigos y amigas de La Caja de Viajes… Deseamos que cada uno de ustedes tenga un buen fin de semana! En esta oportunidad hemos preparado una sección especial, para que conozcan acerca del origen, evolución e historia de la vestimenta de la mujer de pollera que con el pasar del tiempo fue dejando huella y a la vez transmitiendo la cultura, tradición y las raíces de Bolivia.

Hablar de la chola paceña implica encontrarse con maneras y modos de vestir que sobreviven por más de 500 años y que buscan formas de hacer más bella su caracterización en la actualidad, adjuntando elementos que adornan, colorean, suavizan, protegen y embellecen la imagen que desprende la chola en su vestimenta. Accesorios de la propia modernidad a los cuales se accede y que en el pasado eran restringidos sólo al uso de las “damas”, “señoras”, “señoritas”, de vestido.


ORIGEN DEL NOMBRE

Según don Antonio Paredes Candia, en su libro “La Chola Boliviana”, la palabra chola procede del español chulo: palabra que identifica al individuo varón, que colabora con el torero, dentro del ruedo de toros, distrayendo al animal cuando el matador hace cambio de capa. La hembra del chulo la chula, “...vestía saya larga, plisada, una blusa adornada de encajes y volados y sobre los hombros un mantón de espumilla, bordado de flores, el llamado mantón de Manila. La chula es muy donairosa en su porte y atrevida en sus actitudes y palabras”.


VESTIMENTA

En la actualidad, la manera de vestir de la chola paceña se manifiesta en tres aspectos concretos: el uso de los cosméticos; el material importado para confeccionar la ropa; y las últimas ideas que se manifiestan en las joyas. Una estratificación de la chola paceña respecto a estos tres aspectos la caracterizan en los distintos espacios sociales, y de las diversas actividades en las que se desenvuelve como son; las tradicionales fiestas a lo largo del año, donde tienen la oportunidad de demostrar coquetamente su elegancia y el costo al que llega todo su vestir.


DETALLES

Hasta antes de 1920, el sombrero que lucía la chola paceña se hallaba elaborado (tejido) con la fibra de las hojas de la hierba del esparto, posteriormente cubierto con el pigmento del albayalde (un preparado de carbonato de plomo), sobre los cuales finalmente se realizaba un lustrado con otro preparado de azufre. A partir de 1920 comienza a ponerse de moda el sombrero bombín de fieltro importado principalmente por fábricas americanas, italianas y alemanas.


LA MANTA

En el pasado “La chola paceña usa dos mantas: la de pecho, que generalmente es tejida de lana de vicuña y prendida a un hombro con un alfiler de delicada orfebrería y la manta de abrigo que le cubre los hombros y que sostiene en los antebrazos, esta manta puede ser de lana o de seda, de acuerdo a la edad de la mujer. Si la manta está hecha con lana los colores que se usan son colores sobrios y si es de seda, está hermosamente bordada con caprichosos diseños. Las mantas que lucía la chola paceña por los años de 1800, eran de un material de seda con los respectivos bordados, importados desde Alemania”.

En la actualidad, la mayor parte del conjunto social de la chola paceña reemplaza la manta de abrigo por una especie de corpiño tejido (a manera tal vez de una chompa) en el cual se puede observar una infinidad de diseños tejidos por la propia chola o adquirido en una tienda o puesto de venta.


CHAQUETILLA

La chola cubre su busto con una chambra muy elaborada, que de acuerdo a la región en donde se usa o a la calidad de la tela con que ha sido confeccionada, lleva diferentes nombres. En la ciudad de La Paz recibía el de chaquetilla, “generalmente confeccionado de la misma tela de la pollera y hermoseado con encajes en el pecho”; y el nombre de jubón era más propio de una prenda similar, pero de otra tela que usaba la mujer campesina.


POLLERA

Se puede destacar que está confeccionada con cuatro alforzas o bastas de tamaño largo debido al clima frío de la región. Otro aspecto esencial que podemos mencionar de la pollera, son las distintas calidades de telas en las cuales son elaboradas: unas más industriales otras más artesanales.

Un aspecto que también creó diferenciación en el tipo de vestimenta que usó la chola paceña hace bastantes años fue la tela producida artesanalmente en el área rural (utilizado por las mujeres de ese espacio) y las telas importadas desde el extranjero (que utilizaban las mujeres en las áreas urbanas) para confeccionar la pollera.


LAS ENAGUAS


Además, respecto a la pollera también se hallan las enaguas. Sayas, fustán, centro o “mankhancha” en idioma aymara, que se utilizaban entre la propia pollera exterior y la ropa interior, hecha más que todo de tela blanca (tela blanca que pudo ser lienzo, lino, tela de algodón, tocuyo, u otro, pero que tiene que ser algo más delgado, suave y liviano; para cumplir con uno de sus objetivos: brindar calor en las temperaturas frías), que de igual forma baja hasta, casi, la misma altura de la pollera, atada también a la cintura, que dejaron ver en aquellos tiempos los encajes que las adornaba.


LAS BOTAS

Uno de los principales cambios que se puede observar, en todo el conjunto de la vestimenta de la chola paceña, desde el pasado hasta la actualidad versa sobre el tema de los zapatos.

Las botas hacen referencia al tipo de zapato que utilizó la chola paceña hace bastante tiempo. Antonio Paredes dice “un detalle que les caracterizó fueron los colores variables, como el color negro para uso diario, color paja, o botas de un color champán para asistir a las fiestas, el color blanco, crema, plomo, marrón, dorado no fue la excepción. Sus pies calzados por botas de caña alta, cuatro dedos debajo de las rodillas, ajustadas a las piernas, confeccionadas en cabritilla o gamuza, con abotonadura a un costado o con pasadores en la parte delantera y un taco estilo Luis XV”. Las botas eran fabricadas por un famoso zapatero de apellido Tovar.

En el siglo XX, se dejó de lado la utilización de la bota, dando lugar al uso del zapato plano que puede verse en modelos y colores variados, ya no es sólo el zapato negro cerrado, ahora pueden encontrar variedad de estilos, desde la boca de pez hasta el modelo princesa.


LAS JOYAS

Dentro el mundo aymara el pez está vinculado a la vida, por eso se usaba en un Tupu (Topo de manta) con una rama de flores y al final una cadena delgada que en la punta estaba puesto un pez. Según el historiador y antropólogo Jesús Llusco Mamani “La construcción de la estética de las joyas en la Chola Paceña es una obra de arte, por los detalles en sus elementos. Además, trajo consigo un importante trabajo orfebre, antes se representaba mucho al pez, porque significa vida y el vínculo con el lago Titicaca, es por eso que se lo vio mucho en la fastuosa entrada del Señor Jesús del Gran Poder en aretes, topos y matracas”.

Los aretes deben ser grandes, porque para ellas mientras más lleno de figuras, formas y colores, significa riqueza y abundancia.


DATO IMPORTANTE





La Chola Paceña, mediante una ley municipal de 2013, fue nombrada como patrimonio cultural intangible de la ciudad. Es la personificación más cabal de la amalgama indo mestiza, que viene desde la colonia y que ha mantenido algunos indestructibles componentes de identidad y de esencia en el atuendo.






La Caja de Viajes espera que esta información haya sido de su agrado y esperamos verlos la siguiente semana.

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