¡Hola amigos de La Caja de Viajes!
Esta semana preparamos contenido referido a una de las fiestas tradicionales paceñas que adquirió gran importancia en el país, la Alasita.
Te invitamos a seguir con este Blog, para conocer las diferencias de la Alasita de antaño a la que celebramos hoy en día.
¡Empecemos!
La fiesta de la Alasita, se remonta a antiguas tradiciones Aymaras que después de la colonia se convirtieron en prácticas religiosas, se celebra cada 24 de enero en el departamento de La Paz. Alasita, viene de la raíz etimológica aymara "alaña" que significa "comprame".
Esta celebración da lugar a una feria en la cual se puede encontrar infinidad de artículos en miniatura, como ser: terrenos, casas, tiendas, canastas familiares, títulos universitarios, autos, certificados, etc. Otro aspecto que caracteriza a este evento, es que los compradores luego de adquirir las miniaturas acuden a los "amautas", éstos ofrecen rituales de "ch'alla" para que los deseos, expresados en miniaturas, se puedan cumplir.
Según lo relatado, damos a conocer los cambios que ha tenido esta festividad a través de los años.
PROPÓSITO DE LA ALASITA
En la época colonial esta se consideraba una actividad de buenos deseos más que una festividad, originalmente los indígenas intercambiaban: miniaturas, productos agrícolas, piedras circulares de colores o con alguna otra particularidad; que significaba crecimiento. El intercambio se practicaba con alegría y con la esperanza de tener los productos adquiridos; por lo tanto, se trataba de un trueque de objetos entre las personas.
Actualmente esta festividad es netamente comercial. Al ojo del público ya no se refiere a un trueque; se habla de productores, artesanos, amautas y comerciantes, quienes ven esta festividad como una forma de lucro, contando además, con espacios amplios dónde pueden asentarse durante un tiempo y de esa manera ofrecer a las personas esparcimiento, diversión y recreación.
EL EKEKO
El personaje de piel blanca, enano y risueño de la Alasita, aquel que lleva su carga como símbolo de abundancia y fortuna, fue partícipe de varios cambios. En la época colonial no usaba vestimenta alguna, era presentado desnudo, con su miembro desproporcionado en erección, puesto que era considerado el dios de la abundancia, de la alegría y también de la fertilidad.
En la actualidad, al mencionar al Ekeko imaginamos a un hombre con muchos amuletos colgantes y con un traje que simboliza al occidente del país. La evolución de este personaje surgió con la llegada de los españoles, éstos le otorgaron vestimenta, así como a varios dioses de la cultura andina; por lo tanto, la figura que conocemos hoy es el resultado de una imposición española. El Ekeko, en la actualidad es más representativo para la fiesta de Alasita, por llevar en su vestimenta objetos en miniatura.
LAS MINIATURAS
Tradicionalmente las miniaturas se realizaban de barro en su totalidad sin pinturas ni caracterizaciones específicas, éstas no eran comercializadas, sino producidas e intercambiadas. En su mayoría eran para la buena cosecha, la salud y la abundancia entre las familias.
Hoy en día se puede encontrar miniaturas muy detalladas; es decir, sus caracterizaciones con los años se hicieron más específicas, en la antigüedad, una llama de barro representaba la abundancia en los ganados, ahora para dicho anhelo se encuentran distintos tipos de animales elaborados con otros materiales, que tienen una representación similar. Ésta es una muestra de la diferencia en las miniaturas que, a comparación de tiempos pasados, evolucionaron en su producción y variedad.
LA FESTIVIDAD
En sus inicios, la también llamada "Fiesta de los deseos", se celebraba el 20 de octubre, fecha que corresponde a la fundación de la ciudad de La Paz, ésta tenía lugar alrededor de la Plaza Murillo. Posteriormente se cambió el día de celebración al 24 de enero siendo éste, el día de la Virgen de La Paz, es ahí donde el sincretismo va tomando lugar en ésta celebración, obteniendo una mezcla de la religión cristiana y la andina.
Con el transcurso del tiempo la feria de la Alasita dejó de asentarse en la plaza principal. Conforme iba creciendo, se necesitaba más espacio para productores y compradores, es así que hoy en día la encontramos en el Parque Urbano Central por un periodo aproximado de 3 semanas.
Con el pasar de los años, "La feria de la abundancia" tuvo un cambio trascendental. En la actualidad, además de generar un flujo monetario importante, rescata las costumbres, mantiene la esencia y genera valor a la cultura boliviana.
Y a ustedes, ¿Qué diferencia de la festividad les sorprendió más? Déjenos saber su respuesta en los comentarios.
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¡Hasta el próximo jueves!
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