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Cada año, el 24 de enero en la ciudad de La Paz se da inicio a la festividad de La Alasita, en esta celebración se tiene un personaje muy importante que es el Ekeko, y en esta oportunidad hablaremos sobre la historia de este Dios Andino. ¡Arranquemos!
El Ekeko o Iqiqu, es representado por una pequeña estatua, resultando de la transformación sincrética del Dios precolombino de la abundancia, fertilidad y la alegría, según la civilización Tiwanakota.
La leyenda cuenta que, en 1781, el joven Isidro Choquehuanca ofreció una estatua de yeso del pequeño Dios como muestra de cariño a su enamorada Paulita, antes de que ella deba ir a trabajar a la casa sus patrones Doña Josefa Úrsula de Rojas Foronda y Don Sebastián de Segurola que era entonces gobernador y comandante de Las Armas de la ciudad de La Paz.
Ese mismo año en la ciudad se alzaron dos cercos por un movimiento indígena de 40.000 hombres reclutados por Tupac Katari, para rebelarse contra la corona española. Durante varios meses, la ciudad no podía aprovisionarse, el agua y los alimentos eran cada vez más escasos. Sin embargo, Sebastián Segurola, se salvó de aquella escasez, porque el novio de Paulita fue reclutado en el ejército de Tupac Katari y pasaba las líneas de defensa en secreto para poder dejar comida y que puedan compartir entre ellos.
Paulita eligió mostrarles la estatua del Dios de la abundancia a Doña Josefa y Don Sebastián, explicándoles que él es quien no dejaba que ellos sufrieran la escasez. Los patrones hundidos en la ansiedad y la angustia, aceptaron esta explicación sin quejarse y agradecieron humildemente a este pequeño Dios quien, en esa época, era presentado desnudo, con un miembro desproporcionado en erección (ya que era el Dios de la abundancia, de la alegría y también de la fertilidad).
Cuando acabó el cerco, Segurola "permitió" el culto al Ekeko, que hasta entonces había sido una costumbre indígena profana. Además, autorizó que cada 24 de enero los paceños puedan celebrar la feria de La Alasita, en la que hasta hoy la gente compra en miniatura las cosas que quieren conseguir en el año (dinero, alimentos, casa, terreno, pasaportes, vehículos, aparatos electrónicos, certificados de salud y estudios, etc.) y se las cuelgan al Ekeko.
En sus inicios, el Ekeko era de piedra y jorobado, actualmente, se lo representa como un hombre con las típicas vestiduras de la región andina que generalmente tiene una altura promedio de 20 cm.
Ritual para el Ekeko
Para lograr los favores solicitados, se debe hacer "fumar" al Ekeko en el momento en que se le presenta el objeto que se quiere obtener durante el año. A tal fin, la figura presenta un hueco en la zona de la boca, y es allí donde debe colocar un cigarrillo encendido, si el deseo o pedido es aceptado, saldrá humo del cigarrillo como si realmente el Ekeko fumara.
Dato curioso
El Ekeko tiene su lado negativo, si existiera una mujer joven soltera en la familia, inmediatamente se enamora de ella y se siente dueño de ella. Es muy celoso y corre a cualquier pretendiente. Se pone malo si no lo hacen fumar los viernes y puede traer desgracias al padre de la joven.
La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires (Argentina) durante el periodo hiperinflacionario de los años ochenta, sus adeptos lo tomaron como una especie de patrono de la fortuna.
¿Conocías la historia de este Dios Andino? ¿Tienes alguna tradición familiar que se realiza en la festividad de La Alasita?. Déjanos tu comentario, y no olvides seguirnos en nuestras redes sociales.
(Información obtenida de: https://info.caserita.com/El-origen-del-Ekeko-a18)
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